Moderada por la periodista y miembro de la academia malagueña de gastronomía Esperanza Peláez, la primera mesa redonda del martes ha contado con cuatro profesionales para debatir la necesaria adopción de modelos de pesca más sostenibles que erradiquen la sobreexplotación de mares y océanos.

Y es que el Fondo Mundial para la Naturaleza asegura que, desde 1950, hemos extraído de los mares casi 6.000 millones de toneladas de pescado y otros invertebrados, lo que convierte a la industria pesquera en la principal amenaza para la fauna marina.

Es necesario, por tanto, una industria que garantice la supervivencia de las especies, protegiendo la fauna marina. En ese campo es gran experta la bióloga marina Sonia Español Jiménez, directora ejecutiva de la Fundación Meri en Chile, quien cree firmemente en los estudios científicos que apuntan a que “estamos en un punto de o retorno, ya que en las próximas décadas 1 de 4 cuatro especies se extinguirán si no cambiamos nuestra forma de vivir”. Experta en acústica marina y considerada la voz de las ballenas, Sonia colaboró con el economista Ralf Chami, dedicado a cuantificar el servicio que prestan estos cetáceos a la humanidad, dando un paso más allá “de la teoría a la práctica, impulsando medidas de conservación como la tecnología basada en la IA que usamos para escuchar a las ballenas y avisar a los barcos de su presencia, ya que el ruido de las hélices afecta muchísimo a estos animales, cruciales incluso para la industria pesquera, ya que sus deshechos son el alimento del resto de especies”, ha explicado.

Una industria en la que el Cabildo de Tenerife desea impulsar la pesca artesanal, “no como marca de calidad, pero sí como marca de procedencia. Queremos fomentar el consumo de productos pescados de forma sostenible, y de cercanía, ya que eso reduce la huella de carbono. Además, creemos que es importante fomentar el consumo de otros productos o especies que se explotan menos”, ha asegurado. Biólogo marino en la Unidad de Pesca del Cabildo, Agustín trabaja con las cofradías de pescadores para buscar métodos complementarios como el turismo pesquero “mediante el uso de barcos turísticos que acompañen a los pesqueros en algunas faenas, por ejemplo”, así como la creación y el mantenimiento de reservas marinas.

Hacerlo bien, y comunicarlo mejor para dignificar la acuicultura

En cuestiones de acuicultura, ha aportado interesante información el biólogo Pedro Sánchez, director comercial de Aquanaria, empresa dedicada a la producción de lubina de gran tamaño en Canarias. Con más de 30 años de experiencia, este experto confía plenamente en una acuicultura de calidad y comprometida con la sostenibilidad, “que pasa por el máximo cuidado del bienestar de los peces, con cultivos de baja densidad donde pueden expresarse, y el cuidado del medio en el que viven, y en el que desarrollamos nuestra actividad, una actividad que debemos prestigiar”, ha explicado.

En el mismo sentido ha coincidido Chema León, director de Marketing de Makro, empresa líder en distribución mayorista a hostelería en España que apuesta por iniciativas como el sello MSC, que garantiza pescado procedente de una fuente sostenible certificada. Chema considera que hay que erradicar la mala reputación que sufre la acuicultura, “y debemos dignificar esta actividad, lo que pasa por la formación didáctica a restauradores y hosteleros, por la gran influencia que tienen en la alimentación en general. Igual que conocen las virtudes del pollo del corral o el cerdo de la dehesa, debemos formarles para que descubran las características de los productos de una acuicultura de calidad, y puedan posteriormente trasladárselo a sus clientes”, ha afirmado.