El valor genético de los recursos marinos y la necesidad de regular el acceso a ellos e incluso hacerlo más equitativo entre países han centrado la ponencia del biólogo marino Jesús Arrieta.

Las instalaciones del Club Náutico de Puerto Colón en Tenerife han acogido la segunda jornada de Encuentro de los Mares que daba inicio con la charla de Jesús Arrieta, científico titular del Centro Oceanográfico de Canarias IEO-CSIC, quien nos ha hablado de la necesidad de proteger y estudiar los hábitats marinos porque de sus recursos genéticos se pueden obtener importantes avances en varios campos.

Arrieta ilustraba a la audiencia no científico explicando que “los recursos genéticos marinos se consideran una valiosa fuente de ingredientes innovadores para varias industrias, desde la biotecnología a la cosmética pasando por la industria farmacéutica”. Como comentaba este biólogo marino, los recursos genéticos provienen tanto de la tierra como del mar. De sus secuencias genéticas se pueden extraer enzimas que sirven de base para desarrollar fármacos, productos cosméticos o pueden tener usos industriales en empresas como las alimentarias. Pero de esas secuencias a veces no se consigue la enzima que puede crear ese nuevo producto, si no que se obtiene lo que se denomina sonda, que solo sirven para extraer información. Y la ventaja de los recursos marinos frente a los terrestres es que “entre los marinos solo el 6% son tipo sonda, mientras que en cambio estos son mayoría en los terrestres, por lo que los marinos resultan más valiosos”, concluía Arrieta.

Todo ese valor científico se traduce en un valor económico, por eso es importante saber a quién pertenecen esos recursos marinos. Explicaba Jesús Arrieta que “en principio” esto está regulado por tratados internacionales que básicamente marcan que “la propiedad de esos recursos es del país al que pertenece la zona económica exclusiva de dónde se hayan extraído”, pero en zonas internacionales “la regulación es muy pobre, lo que a la práctica supone que el 60% de la superficie del océano está sin regular”. Una parte del océano que corresponde con las aguas más profundas y “eso significa el 70% del volumen de los recursos marino”, indicaba Jesús Arrieta.

A ello hay que añadir otro problema, el de la concentración de esas patentes porque a la práctica “la mayoría de patentes de origen marino, el 70%, corresponden a tres países. Y no solo a pocos países, si no que a pocas empresas. Por ejemplo, el 47% de las secuencias de origen marino pertenecen a una sola empresa con poca participación de estados o universidades”. Para Arrieta “el acceso a estos recursos no es equitativo” y eso debería cambiar.

El cambio es necesario porque “es urgente proteger los recursos marinos ya que no conocemos la mayor parte de estor organismos y nos puede costar miles de años hacerlo. Tenemos que proteger lo que no conocemos para intentar conocerlos todos antes de que alguno pueda llegar a extinguirse” advertía Arrieta.